El ginkgo biloba es uno de los árboles más antiguos del mundo, un verdadero fósil viviente cuyo origen se remonta a 250 millones de años atrás. A lo largo de la historia sobrevivió a glaciaciones, destrucciones, plagas y, recientemente, al bombardeo de Hiroshima.
Cuentan que un año después, muy cerca del lugar de la explosión, un viejo ginkgo comenzó a brotar. Desde entonces, para Japón se convirtió en un símbolo de renacimiento y objeto de veneración, y lo llaman el “portador de esperanza”.
Hoy se encuentran diseminados por todo el mundo, y en Buenos Aires contamos con varios ejemplares de gran porte que en el mes de junio despliegan su mayor encanto. Es en esta época cuando sus copas se tiñen de un amarillo oro, iluminando plazas, parques y veredas.
En este recorrido les comparto algunos de los lugares más hermosos para disfrutar del ginkgo biloba en la ciudad:
1) Frente al cementerio de la Recoleta
A lo largo de la calle Junín al 1700-1800 se despliega un largo túnel de árboles dorados, que acompañan el descanso eterno de quienes yacen allí. El juego rítmico con las farolas y el contraste con el paredón de ladrillos, confieren a esta cuadra un gran atractivo otoñal.
2) Plaza República de Chile
Si tomamos la Avenida del Libertador, a los pocos minutos llegaremos a la Plaza Chile. Aquí simplemente la belleza de la naturaleza nos deja sin palabras. Por su frondosidad, por su entorno, por la alfombra dorada a su alrededor, sin dudas estos ginkgos forman el conjunto más impactante. (Av. Del Libertador al 1800, casi Tagle)
3) Barrio Parque
Caminamos algunas cuadras más y llegamos a la rotonda de Rufino de Elizalde al 2800. En este caso, las copas amarillas resaltan sobre las fachadas, en un diálogo exquisito entre naturaleza y arquitectura.
4) Bosques de Palermo
En toda la extensión del Parque 3 de Febrero pueden encontrarse varios ejemplares de ginkgo biloba, sobre todo en los alrededores del jardín japonés y en el Lago de Regatas.
5) Jardín botánico
No podía faltar en este recorrido los hermosos árboles que se encuentran en el Jardín Botánico. Sus hojas doradas cubren los senderos y lo transforman en un lugar mágico, como les contaba hace un tiempo en este post
BONUS: El jardín japonés también cuenta en su interior y veredas algunos ejemplares muy hermosos, pero todavía no fui a verlos. Quedará para la próxima!
Espero que les haya gustado el recorrido, y por supuesto que pueden encontrar los ginkgos más cercanos a su barrio en el mapa de arbolado urbano de Buenos Aires