En otoño, el jardín botánico se enciende. Una sinfonía de amarillos, rojos y naranjas tiñe la copa de sus árboles y transforma su paisaje. Parece un bosque encantado, y sin embargo se encuentra en una de las zonas más transitadas y ruidosas de la ciudad. En este post los invito a un recorrido por sus senderos dorados.
Hace 128 años atrás, el gran paisajista Carlos Thays tuvo un sueño: crear un jardín botánico con fines científicos, recreativos y paisajísticos. Para ello, recorrió todo el país buscando flora nativa, pero además incorporó variedades de los cinco continentes. Su objetivo era que los argentinos conozcan las distintas especies vegetales que habitan el mundo.
Robles, arces, liquidámbares, tilos, ginkgos biloba, son algunos de esos árboles que hoy podemos disfrutar a lo largo del jardín. En otoño, con los primeros fríos, sus hojas cambian de color y forman colchones crujientes al caer. El espectáculo se prolonga durante mayo y junio, invitándonos a contemplarlo con todos los sentidos.
Aquí les comparto algunas fotos, y también pueden ir a este post para ver el jardín en otras estaciones y conocer más sobre su historia.
El jardín botánico se encuentra ubicado en Av. Santa Fe 3951 y la entrada es gratuita. Toda la info actualizada sobre horarios de apertura se encuentra en su página de Facebook o en su sitio web