Nadie podría imaginar que en una calle cualquiera de Buenos Aires, detrás de un portón blanco, se esconde una verdadera reserva de flora y fauna autóctonas. Plantas nativas, mariposas y aves -muchas en peligro de extinción- se dan cita en Solnaturi, este jardín-vivero amorosamente cuidado por su creadora, Claudia Furman.
Su lema es “trabajamos para devolverle a Buenos Aires lo que era suyo”. Y es que su misión central es recuperar las plantas nativas de la ecorregión pampeana y concientizar sobre la importancia de su cultivo, como eslabón vital para el desarrollo de la biodiversidad. La presencia de vegetación autóctona permite reconstituir en parte las condiciones naturales originales, lo que incrementa la presencia de especies que se alimentan de ellas o las necesitan para reproducirse.
Desde su creación en 1999 lleva cultivadas 300 variedades de plantas, y el jardín se convirtió en un corredor biológico por el que pasaron 109 especies de mariposas y 45 de aves. Claudia celebra y registra la llegada de cada nuevo visitante, y el número asombró tanto que recibió la distinción de la Legislatura Porteña por su aporte a la conservación de la biodiversidad en la ciudad.
Pero lo que resulta más llamativo aún, es que esta tarea titánica fue llevada a cabo completamente a pulmón, sin apoyo financiero ni recursos de ningún tipo.
Amante de la naturaleza desde niña, Claudia decidió un día renunciar a su carrera como ingeniera en sistemas para dedicarse por completo a su pasión. Estaba cerca de cumplir 40 años, tenía un trabajo seguro, pero en el que pasaba horas y horas encerrada en el segundo subsuelo de una empresa corporativa. “No sabía si afuera llovía, si había sol, y tenía toda la pared tapizada con fotos de flores y mariposas. Y entonces un día, cuando económicamente logré resolver las necesidades básicas como tener mi casa propia, dije en lugar de ver estas fotografías pegadas me voy a rodear de eso.”
Estudió Gestión Ambiental, comenzó con huerta orgánica, luego fitomedicina y de a poco se fue interiorizando en la problemática de las plantas nativas. Fue llenando el jardín de su casa con variedades autóctonas y comprobando cómo lentamente todo el ecosistema se modificaba.
Pero su intención nunca fue quedarse en lo individual, al contrario, su principal objetivo es educar y concientizar a otros, demostrar que no hacen falta ni un gran espacio ni dinero, sólo voluntad de pensar en el bien común. Por eso hoy alterna sus actividades entre el cuidado del jardín y la docencia. Organiza visitas guiadas, salidas de campo, brinda charlas en colegios. También lleva adelante un programa de acción solidaria mediante el cual dona semillas a distintas instituciones.
Su pasión por enseñar y transmitir se siente en cada palabra. Durante las horas que estuve allí me brindó muchísima información sobre cada una de las plantas, de dónde provienen, a qué mariposa atrae cada una, sus usos medicinales. Me hacía sentir su aroma, ver sus particularidades, tocarlas, percibir su textura. “En cada hojita hay un mundo para descubrir contemplativamente”, me decía.
El cuidado de los recursos es otra de sus grandes preocupaciones. En su jardín se separan los residuos, se produce compost, se reciclan los recipientes, se usa sólo agua de lluvia como riego. Insiste en la importancia de no alterar el orden de la naturaleza, razón por la cual no utiliza insecticidas de ningún tipo, ni siquiera orgánicos. “Lo que trato de transmitir a la gente es que la naturaleza diseñó un sistema perfecto donde el más grande se come al más chico y se regula sólo, funcionó así siempre, no necesita la intervención del ser humano”.

Todos los recipientes que se utilizan en Solnaturi son reciclados. La gente lo sabe y muchos le lleva sus propios envases.

En Solnaturi no se utilizan insecticidas. La vaquita de San Antonio se come los pulgones y la naturaleza conserva su ciclo.
El jardín-vivero se puede visitar con cita previa. Allí los recibirá Claudia y con dulzura y paciencia los asesorará sobre cuál planta llevar y cómo cuidarla. Si siguen sus consejos, recibirán pronto la visita de mariposas y pajaritos en sus casas, y estarán contribuyendo a la protección de nuestro patrimonio natural.
Contacto:
Facebook: @PlantasNativasSolnaturi
Instagram: @nativassolnaturi
e-mail: solnaturi@gmail.com
Tel: 15 4940 4136
También pueden visitar el sitio web de Solnaturi, donde encontrarán muchísima información sobre las plantas nativas de Buenos Aires: www.plantasautoctonas.blogspot.com
HERMOSA Y PROFUNDA NOTA! Un placer leerla, conocer la historia DE VIDA detrás de SOLNATURI y ver esas fotos tan preciosas! GRACIAS!
Qué maravilla!!!!
¡Qué bueno saber de este maravilloso lugar! Gracias Karina por contarnos y mostrarnos un poco más con tus fotos…
Me fascinó la historia, yo soy Ing, en Sistemas igual que Claudia y he pasado muchos años de mi vida, tapizando la pantalla de mi equipo de Cómputo de flores y mariposas, imaginando él momento para salir a grabar en mi mente esas imagénes de realidad. ! Gracias Karina por compartir ¡, continúa llenando este Blog de más historias en verde. ! Bendiciones ¡
Cuántas coincidencias!! Me alegra mucho que te haya gustado la nota y muchas gracias por tu palabra y aliento!